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EDITORIAL CHILOEWEB


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ESCRIBANOS

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Don Arcadio Pérez B. Notario y
Conservador de Bienes Raíces y Archivero Judicial.

HONORABLE SERVIDOR PÚBLICO


Por Gladys Aguilar S.

Son cerca de las 16:30 del día primero del mes, y ya no hay ese murmullo de la mañana en la calle Gamboa, al ladito de la Plaza.
Figuras bien delineadas nos reciben a la entrada, colores suaves, a veces contrastantes, nos adentran a otro mundo, más cercano, más humano. Don Baltazar, atento sonríe y da asesoría a cada persona que ingresa al lugar; mientras, unos dedos se asoman a una bandeja cubierta de papeles, para que Don Arcadio imprima su indiscutible marca la que ha plasmado por cerca de 43 años al servicio de la comunidad castreña.
Entrar a este recinto, es reconocer maderas nativas, raulí, mañío, avellano; quizá las mismas que el dueño de casa atesora en su casa de Gamboa, afuera bocinazos y rápidos caminares se pierden con los colores y la magia de su amigo Arestizábal, a quien el pintor reconoce a don Arcadio, como Theo (hermano de Van Gogh). Unos gigantes ojos miran desde lo alto a quienes pretenden pasarse de listos, la biblioteca es una puerta cerrada, que dan ganas de descubrir lo que hay dentro, el mesón nos separa del ambiente; recién ahí, nos damos cuenta que estamos en una oficina para dar constancia y validez de a nuestras peticiones.
Don Arcadio Pérez, Notario y Conservador de Bienes Raíces, es un hombre, querendón, humilde, sencillo; así logran definirlo quienes lo conocen, dicen que era tranquilo cuando joven, pero el lo niega, recuerda con afecto las batallas "... Siempre me iba a los puñetes rápidamente, con Sartori, y con Coinco Mercado... compartía con amigos y chiquillas del barrio, había una carencia de juguetes, nosotros hacíamos un caballo de palo, de la quijada de cordero, hacíamos pistola... con un pito de cicuta, con un papel, tenía una música agradable y también con la cicuta seca, el zuncho, esos eran nuestros juegos."
"El juego de las casitas...Salíamos a las faenas de campo y volvíamos a las 12:30 13:00 horas y las chiquillas nos tenían preparado el almuerzo, y hacían de dueñas de casa, nos atendían, era lo de lo más inocente y era de lo más lindo"...


Corrían los años 30' y este particular personaje relata "... La vida era muy
apacible, no se conocía pavimento, la luz era muy escasa, igualmente el agua potable, no había cañerías en las calles, las calles eran las canchas de fútbol, no pasaban muchos vehículos, porque pasaba un solo camión de don Bustamante. Recuerdo que se le daba cuerda en la manivela..."



Don Arcadio Pérez Bóquez, es un buen padre, cariñoso, aprensivo, eso quizá lo heredó de sus padres, "formados a machete con la vida", gente buena que se fue muy rápido, recuerda con nostalgia a su "mamita", la muerte lo pilló de improviso, sus padres tenían muchas cualidades, que él espera y cree que sus hijos Ana María y Fernando heredaron.
"Mi padre era un comerciante, siendo poderosos como decían antes, terminó siendo un modesto comerciante, un boliche en la casa, de él heredé la honradez, y la solidez de principios.
Mi madre hacía labores de casa... era una mujer muy cristiana, bondadosa, de mucha dulzura, de ella heredé el servir a nuestros semejantes sin esperar recompensa... Voy a decir algo muy pintoresco, cierto día andaba con mi hermano Facundo, y encontré un paquetito, en el salón de la casa, era un paquete pan, queso, alimentos que tenía mi mamá para llevar a los velorios, lo dejaba fondeaíto ahí, se burlaba así misma para hacer el bien.
Mi padre, murió el año 45, yo estaba terminado en el Barros Arana, mis humanidades, y con mi madre, recibí un impacto que siempre lo digo. Era abogado, había venido a trabajar a Castro, y estaba enfermita ella, yo pasé a despedirme, ella estaba dormida, a lo mejor estaba muerta, y el beso no hizo, nada, chao mamita le dije. Pasé al Banco Estado, en la calle Blanco con Serrano. Iba saliendo del Banco y me encuentro con el Dr. Barrientos, que después fue director del Hospital, y me dijo, súbete al jeep, su jeep, tu mamá esta mal; mi mamá murió dije yo, y la comí a besos, mi mamá estaba muerta, la despedí"...



¿Y que le gustaría que sus hijos heredaran de usted?
... " yo sólo tengo dos hijos Ana María que vive en Arauco, y Fernando que es Ingeniero Comercial, que trabaja en el Banco Santiago en la Serena, yo diría que han heredado los mismos conceptos legados por mi papá... jamás un castigo, una imposición severa. Soy muy aprensivo, los protejo mucho, con mis hijos, y ahora traspasado a los nietos".


Este hombre va de la mano con el siglo, se adapta fácilmente a los cambios, y nos puede hacer retrotraernos a tiempos pasados, incluso no vividos, las palabras no tienen tiempo ni horario; gracias a que el espacio de su oficina tiene la marca de los años, sillones viejos, fotografías antiguas, libros, papeles por doquier.
Mientras la línea ferrea se abría paso en esta tierra, el joven Arcadio Pérez
tomaba una importante decisión, se fue a estudiar a la Escuela Normal Abelardo Nuñez, terminando su carrera de profesor primario, "carrera regalona, si yo fuera gobernante, yo pudiera hacerlo, yo dignificaría la carrera de profesor, le daría excelente sueldos."
En el año 48' ingresó a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile


¿Cómo se movilizaba en aquel tiempo?
"Uhh!, Era diferente, ahora los muchachos van a Puerto Montt y se van en avión. Viajan en auto. La diferencia, era muy bonito. Como viajábamos esperábamos el barco que llegara, el barquito anunciaba una hora de llegada y llegaba con tres a cuatro horas de retraso, viajábamos todo ese día y noche para llegar a Puerto Montt, llegábamos y alojábamos en Puerto Montt, y partíamos de nuevo, era 3 día 4 para ir a Santiago... Había mucho apoyo, el Estado docente existía en toda plenitud, como el estado entregaba docencia, entregaba ayuda, yo lo digo con mucho orgullo de ser chileno, en la enseñanza primaria me regalaban los lápices, los cuadernos, las gomas, los silabarios, los libros. En la Secundaria nunca se pedía matrícula, jamás, y se regalaban los textos también, y si no se compraban a precio muy barato. Y en la Escuela de Leyes tampoco se pagaba matrícula, había un departamento social, y lo atendía una Asistente Social, y los libros que hoy en día por ejemplo: costaba $20000, me daba $3000 pesos. De manera que era fácil educarse, no importaba, la mayoría de los estudiantes de derecho de provincia éramos todos modestos. Los compañeros míos eran todos iguales, en los que se notaban poderío eran los hijos de dueños de fundos, los de Santiago eran generalmente".


El año 58' época de cambios políticos, sociales, económicos, don Arcadio decide acercarse a sus padres y a su tierra.
"Me vine porque, eso se diría es levemente accidental, estaba mi madre, y mi padre lo que más deseaba era que mi madre viviera conmigo, lo que ella significaba para mí, y yo quería rodearla de ambiente familiar, ambiente espiritual, material, que tenga su departamento, con una enfermera que la atienda, soñaba con eso, se frustró, porque se murió al poco tiempo que llegué. Vine por accidente, resulta que yo trabajaba en una oficina con tres abogados, uno era el jefe en Santiago, entonces, la clásica puerta: madera abajo y arriba un vidrio, y quedaba un espacio abajo, Arcadio Pérez Abogado, no dijo, ya hay muchos nombres en la puerta. No tiene porque tener su nombre puesto. Yo no dije nada, pero como a los dos días, dije, me retiro de la oficina y me vine a Chiloé.
Fue accidental ... Si me hubiese quedado, no me habría ido mal, pienso, dentro de todo no me tome por vanidoso señorita, soy humilde. Habría sido un abogado en segunda instancia legal, me notaba que argumentaba bien, podría haberle dado forma al alegato"



¿Tenían mucho trabajo en aquella época?
"No, mucho menos, como sería que aparte de Notario y Conservador de Bienes Raíces, se desempeñaba como Secretario Judicial, después empezó a aumentar el trabajo, después del terremoto, después entrega de casas, las personas que estaban damnificadas por el terremoto, entonces yo separé los cargos, como Notario y Conservador de Bienes Raíces".

Parece un hombre tranquilo, parsimonioso, no ostenta una gran figura, es de caminar y hablar rápido, siempre de traje, aunque los sábados y domingos es posible verlo con el cuello de la camisa abierta y más relajado. Siempre saluda a quienes lo conocen, pasa una señora, un caballero, un joven, todo el mundo y se detiene a conversar; tiene grandes argumentos que muestran su firmeza, la palabra al parecer es su poder, para lograr sus sueños para la Isla, hace muchos años trajo la señal de Televisión Nacional, fue dirigente deportivo del club de sus amores "Arco Iris", y su gran sueño de una universidad para Chiloé. Pero, tanto energía puesta en sus construcciones hizo que por primera vez en 74 años el cuerpo le pasara la cuenta.
... " no necesito una bendición para ser bueno, mi conciencia me dicta que yo soy así, que no tengo que rendir cuenta de mis actos. No es que esté sobre ella, yo soy un subordinado, pero en mi conciencia mando yo, mi conciencia dice que lo estoy siendo... Yo respeto todas las ideas, como también pido que respeten la mía, yo no soy irrespetuoso con nada..."


¿ Cómo puede definir su etapa actual?
"Me siento un hombre realizado familiarmente, materialmente y creo que mi función la desempeño con honradez dentro del los causes de normalidad..."


¿Cuál ha sido su trabajo que ha tenido que hacer en Castro, y que lo diferencia de ser Notario en Castro de otros lugares?
"La diferencia grande que la mayoría de los colegas Notarios, en cualquier parte del país, ustedes no lo conocen, es Ministro de Fe, este señor notable esta firmando las escrituras que llegan a su poder, en cambio aquí, tiene un contacto directo con la gente, el deseo de servir, de ser chilote me siento mucho mejor aquí que en otro lugar, nunca he querido moverme."

Relata asimismo, las anécdotas que le ha tocado vivir en estos años como ministro de fe
"Ah, una que la conté la otra vez, resulta que en el derecho existe una institución que se llama contrato matrimonial, se llama contrato de esponsales, se comprometen casarte, por ejemplo porque uno es casado y esta esperando su anulación, mientras tanto conviven y se justifican socialmente no es matrimonio, sólo promesa. Entonces, llegó una pareja y me preguntó si podía hacer contrato, claro le dije yo y ha llegado la señora vestida de novia, lo confundió con matrimonio, y con fotografías, y veía como yo leía las escritura, como que yo los casaba, el señor llegó con un chuico de vino, pidió vaso para servirse, (risas) son anécdotas que siempre cuento".


¿Algún sueño?
"El sueño mío, ya que emprendí esta tarea es ver prontamente, más temprano que tarde la concreción de la Universidad de Los Lagos."
El Notario de Castro, siempre ha demostrado un profundo interés por la educación, como decía su padre: "no hay mejor herencia que la educación", incluso apoya a jóvenes de escasos recursos, a terminar su educación para que puedan regresar a la Isla a entregar ese conocimiento.
Los constantes cambios tecnológicos, la globalización de Chiloé provoca más de alguna inquietud a este hombre que ha llevado la modernización, la actualización y la estética a su casa, la Notaría de Castro.
... "No me gusta mucho, no quiero aparecer como retrogrado, pero el modernismo, tiene que ser con el respeto de ciertos valores, ciertos valores que nos da la madre naturaleza, con dolor veo que e están talando bosques indiscriminadamente, bosque autóctonos, los ríos, los mares, los lagos esta contaminados, nadie se oponen al trabajo en cuanto a las pesqueras, a salmoneras que entregan tanto servicio y trabajo a la gente, pero creo yo de que se esta echando a perder la naturaleza, en días pasados fui a Dalcahue, y vi un canal poblado, no se como puede pasar un bote, lleno de balsas, la contaminación me preocupa, creo que por eso hay respetar ciertas normas."


¿Quiénes son sus amigos?
"Pocos, hermanos, conocidos bastante, amigos, amigos, amigos, Carlos Yurac, Draco Maturana, Carlos San Juan, este Guido Maquiavelo, que es de la Universidad de Chile, Domingo Yurac, Carlos Yurac. Todos los Yurac, la Margarita Yurac la hermana mayor de ellos, muy buena amiga compañera de curso en el colegio, y...."
Se emociona cuando habla de sus amigos, amigos - hermanos que ha dejado en el camino, de don Facundo el mayor de los Pérez, quien fue como un padre, lo educó y escuchó, también recuerda a su amigo Gastón, tuvo la suerte y la pena de despedirlo.

El 7 de febrero, en un acto público y solemne, la Municipalidad de Castro, le entrega una distinción al nombrarlo hijo Ilustre de la Comuna, premio que recibe en un momento de su vida con "mucha humildad y con mucho sentido de sencillez... me siento pletórico de felicidad".

... "yo creo que el hombre trasciende, el ser humano, yo tengo una enseñanza que me dejo Carlos San Juan que es el de televisión local. Dijo, hay personas que vienen a visitar en este mundo, por caminos de arena, al primer viento desaparecen, no hay ninguna imagen de que este hombre haya pasado por aquí; hay otras personas, que caminan por la margamaza fresca. Cuando se seca, deja el sello de la persona que ha transitado, entonces, yo creo que ese hombre que dejó ejemplo, que pisó la margamaza (como dice Carlos San Juan) y que dejó su pisada, ese trasciende a generaciones futuras. Usted me pregunta, si creo en la trascendencia y yo creo que sí".


¿ En qué momento de su vida recibe este premio?
"Con mucha humildad con mucho sentido de sencillez, no me corresponde a mí analizarlo si soy merecedor o no, mi conciencia dice sí, que quizá los que me nombraran para este premio estén acertados. No me llena un orgullo vanidoso.
Se entrega el miércoles 7. Me siento pletórico de felicidad, el hombre, como le dije al comienzo de esta entrevista, creo que he cumplido mi deber, como hombre como marido, como funcionario, como jefe, creo que no tengo nada de que avergonzarme, creo en los jóvenes... el hombre esta potenciado socialmente y superarse, digo que no hay que ser muy talentoso, la universidad no se ha hecho para los genios; si me preguntas, qué es el hombre, es el un conjunto de fuerzas que aspira a los ideales, aspira a realzar sus ideales y después esta aspiración va por una senda... caminando, se puede caer, puede zigzaguear, no obstante puede levantarse; no se exige líneas rectas pero que llegue al final, si las aspiración que tiene y la cumple en la medida de sus posibilidades, sienta valores".



Conversé con un hombre que no tiene militancia política, pero se define como radical socialdemócrata, cree en la igualdad, en el servicio público, no quiere ser un Honorable Diputado de la República, porque se autodefine: "Soy Honorable Servidor Público, Arcadio Pérez".
Este Honorable Servidor Público, aún sueña para Chiloé, "con tener un hospital mejor dotado, con toda clase de profesionales especialistas... que los jóvenes sean luchadores de paz, no de violencia; que en la medida de sus medios, de sus defensas y de sus fuerzas, luchen por un Chiloé, siga manteniéndose absoluta a lo autóctono, al respeto, los invito a respetarlos. La mejor herencia que puedo dejar es que me recuerden como un hombre humilde, servicial y no pido que se forme un consenso absolutamente completo en torno a mi persona, pero que valoren elementos, que creo que dignifican mi persona. Esa es la mejor herencia que puedo dejar, mi ejemplo".


Más que una entrevista, ésta fue una agradable conversación, un desafío, que se logró. A través de los ojos del Notario castreño, se puede caminar largamente con la historia y conocer la geografía local.



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